Nacido en 1936 en Orán, Argelia, Yves Saint Laurent vistió el mundo con los colores de sus sueños. Desde sus colecciones inspiradas en China, África y Oriente, utilizó su arte como medio para transmitir su eterna pasión, la belleza contemporánea por encima de la moda. Chanel liberó a la mujer e Yves Saint Laurent le dio poder... Un poder que aún, a día de hoy, tiene. Monsieur Saint Laurent revolucionó el armario femenino, enriqueciéndolo con el pantalón, el esmoquin, la chaqueta safari y la primera blusa transparente. Además, fortaleció a la mujer con sólidas declaraciones de belleza y color, como nadie había hecho antes en el mundo de la moda. Este es el modo en el que Yves Saint Laurent acompaña a la mujer en cada momento de su vida y el modo en que revela la genialidad de cada personalidad y de cada rostro, independientemente de su tipo de piel. El modo en que crea vitalidad para el espíritu y el alma por medio del maquillaje, las fragancias y los productos de tratamiento, que es la misma lección que siempre sostuvo el dogma según el cual «La elegancia reside en el encanto de un rostro. Un misterio. Una forma de moverse». Con Yves Saint Laurent, la belleza se convierte en un ritual.